Traductores
Esta sección se ocupa de forma específica de la rama de traducción, que puede definirse como aquella actividad consistente en comprender el significado de un texto en un idioma para producir un texto con significado equivalente en otro idioma, a diferencia de la interpretación donde el proceso es oral.
Si bien se suele asociar a los traductores a la literatura, el intercambio lingüístico está presente en todos los ámbitos de la vida. Particulares, empresas de distintos sectores económicos e instituciones de todo tipo necesitan traducciones especializadas.
Otro aspecto muy indicativo del enorme desconocimiento que existe sobre la traducción es que, por desgracia, no es raro encontrar quien cree que cualquiera que entienda un poco de un idioma puede traducir, pero la realidad es que hace falta mucho más para hacer un trabajo de calidad que satisfaga las expectativas de un cliente o usuario exigente.
Este desconocimiento se explica porque el traductor es invisible en la sociedad. El usuario de un material traducido no se para a pensar en el proceso que ha sido necesario para que pueda entender y utilizar ese material. Lo da por sentado. No ve al traductor. Y lo que no se ve, no se conoce y, por lo tanto, no se reconoce.
Desde esta web nos gustaría contribuir a paliar ese desconocimiento general, además de ofrecer toda la información que podamos recoger que sea específicamente de utilidad para los profesionales de la traducción.
Todos los traductores, para desarrollar su trabajo de la forma más profesional posible, deben seguir una serie de pautas, que se rigen por el sentido común y por el código ético propio del sector.
Respetándolas, el traductor no solo desarrollará un trabajo profesional y de calidad, sino que conseguirá condiciones óptimas para llevar a cabo su misión.
DECÁLOGO
- El traductor solo deberá trabajar hacia su idioma materno.
- Tendrá un excelente dominio lingüístico de las dos lenguas de trabajo y un amplio conocimiento de sus respectivas culturas.
- Sabrá escribir de manera correcta.
- Será un buen investigador.
- Utilizará fuentes de documentación y herramientas apropiadas.
- Será detallista y minucioso en la redacción.
- Velará por la calidad de la traducción respetando el texto original todo lo posible.
- Respetará los plazos de entrega y las condiciones pactadas con el cliente.
- No aceptará encargos que superen sus capacidades o que sean imposibles de realizar.
- No aceptará tarifas o condiciones que sean indignas para él y la profesión.
En España, la profesión de traductor no está regulada con carácter general, sino que se desarrolla en un mercado de libre competencia donde cada cual puede ofrecer sus servicios en las condiciones que estime oportuno. Esto obliga al profesional a distinguirse de los competidores, y una forma de hacerlo es dar al consumidor de traducciones una cierta garantía de calidad.
El concepto de calidad surgió en la segunda mitad del siglo XX y fue cobrando cada vez mayor importancia en todos los sectores de actividad económica con la aparición de las «normas de calidad», cuya finalidad es establecer unos criterios objetivos cuya aplicación lleve a la obtención de un producto o servicio de calidad satisfactoria. Estas normas son de cumplimiento voluntario y se publican por organismos de normalización reconocidos.
ASATI es consciente de que la calidad es el único factor que puede garantizar la satisfacción del consumidor de traducciones y, en consecuencia, aumentar las opciones de los profesionales de permanecer en buenas condiciones de trabajo en el mercado. Por este motivo ha creído conveniente elaborar un documento con una serie de orientaciones que puedan servir de guía al traductor en la búsqueda de la excelencia en su profesión.
El resultado ha sido la siguiente Guía de Calidad en la Traducción, que confiamos sea de utilidad para nuestros visitantes y que iremos revisando periódicamente para mantenerla lo más actualizada y completa posible.
En el actual marco legislativo español, la profesión de traductor carece casi por completo de regulación jurídica, salvo en lo referente a la figura del «Intérprete Jurado».
Al margen de esta regulación específica, cualquier persona puede prestar servicios profesionales de traducción, sea cual sea su formación y cualificación, siempre que cumpla la normativa fiscal y laboral generalmente aplicable al desarrollo de actividades económicas.
ASATI ha elaborado un informe en el que realiza un repaso exhaustivo a la normativa por la que se rige el sector de servicios de traducción en España y los problemas y carencias que la misma presenta en algunos casos.
Intérpretes
Esta sección se ocupa de forma específica de la rama de la interpretación, que puede definirse como aquella actividad consistente en comprender el significado de un discurso en un idioma para producir un discurso equivalente en otro idioma, a diferencia de los traductores, quienes siguen un proceso escrito.
La interpretación se suele asociar a programas de televisión y discursos de personajes de renombre, pero también abarca visitas al médico, juicios, reuniones de negocios… Al igual que en la traducción, tanto particulares como empresas necesitan todo tipo de interpretaciones especializadas.
Son muchos los legos que se ven obligados a interpretar sin tener la formación necesaria. Un ejemplo podrían ser niños de segunda generación que acompañan a sus padres inmigrantes a las consultas de los médicos. Además de conocer la temática y la jerga, un intérprete profesional se asegurará de transmitir todo lo que se dice y ahorrar momentos incómodos.
Desde esta web nos gustaría contribuir al reconocimiento y la visibilidad de estos grandes profesionales, tan necesarios e invisibles al mismo tiempo.
Todo buen intérprete, para desarrollar su trabajo de la forma más profesional posible, debe seguir una serie de pautas, que se rigen por el sentido común y por el código ético propio del sector.
Respetándolas, el intérprete no solo desarrollará un trabajo profesional y de calidad, sino que conseguirá condiciones óptimas para llevar a cabo su misión.
DECÁLOGO
- El intérprete informará al cliente sobre el tipo de servicio que mejor se amolda a sus necesidades.
- Preparará el presupuesto conforme a las condiciones fijadas, y de acuerdo con las condiciones habituales en la profesión.
- Procurará que el entorno de trabajo sea el adecuado.
- Solicitará la documentación relacionada a los organizadores del evento (programa, diapositivas, etcétera).
- Preparará el trabajo adecuadamente (terminología, textos paralelos).
- Observará las buenas prácticas profesionales (puntualidad, vestimenta, discreción, protocolo).
- Será flexible y ofrecerá capacidad de adaptación.
- Continuará formándose en todo momento, siempre al tanto de la actualidad.
- Mantendrá la confidencialidad del cliente (contrato de confidencialidad).
- Actuará conforme a los principios éticos profesionales (código deontológico).
El intérprete de conferencias es un profesional de la comunicación, especializado en una o varias combinaciones de idiomas, cuyo trabajo consiste en facilitar la comunicación entre hablantes de distintas lenguas. Suele interpretar con un retraso de décimas de segundo.
El intérprete de conferencias suele tener formación universitaria, domina perfectamente sus idiomas de trabajo y posee una amplia cultura general.
El intérprete desarrolla su actividad en conferencias, coloquios y encuentros internacionales.
Las principales modalidades de interpretación de conferencias son:
a. Interpretación bilateral o de enlace / Intérprete acompañante
El intérprete hace de intermediario entre dos (o a veces más) personas que hablan dos lenguas distintas. Este tipo de interpretación se emplea típicamente en situaciones como: reuniones de negocios, ruedas de prensa, entrevistas, visitas comerciales, ferias, etc.
b. Interpretación simultánea
El intérprete trabaja en una cabina insonorizada. A través de un equipo técnico recibe la información en la lengua de origen y la traduce a la lengua de destino de forma simultánea.
El intérprete escucha una idea mientras expresa otra. En otras palabras, la interpretación simultánea es una tarea de procesamiento de información intensiva y en un día de trabajo de seis hora el intérprete puede “procesar” el equivalente a unas 65 páginas escritas a máquina.
c. Interpretación susurrada o chuchotage
El intérprete traduce en voz baja, al oído de una o dos personas, lo que va diciendo el orador.
Se trata de una interpretación simultánea susurrada al oído, y se realiza en presencia física del intérprete sin ayuda de instalaciones o soportes técnicos.
Es una modalidad menos habitual de interpretación simultánea.
Se aconseja solo cuando las personas que necesitan la traducción se limitan a 2 o 3.
Una versión más completa de esta variedad es el «chuchotage con maleta» o «infoport».
d. Interpretación consecutiva
El intérprete transmite en bloque las informaciones que recibe en el idioma de origen sin necesidad de un equipo técnico, y con posterioridad a la emisión del discurso original.
El intérprete se sienta en la mesa de conferencia con los oradores. Escucha a la persona hablando en el idioma de partida y toma notas de lo que dice, utilizando una técnica especial y personalizada. Cuando el ponente termina de hablar (se suele hablar en bloques de entre 5 y 10 minutos), el intérprete reproduce (consecutivamente) el mensaje en el idioma de llegada, en su totalidad.
Este tipo de interpretación se aconseja cuando no es posible la traducción simultánea en una cabina.
a. Requisitos Técnicos Mínimos
Equipos:
• 1 cabina para cada idioma activo.
• 1 consola para cada intérprete.
• Auriculares individuales: de alta calidad y poco peso.
• Micrófono individual para cada intérprete.
• 1 canal de salida para cada idioma.
• Monitor en cabina: El monitor puede resultar útil, e incluso necesario, como apoyo en casos de mala visibilidad o de proyecciones durante la reunión (diapositivas, vídeo, ordenador).
Sonido:
• La buena calidad del sonido, tanto en las cabinas como en la sala de conferencias,
es esencial para el éxito de la interpretación simultánea.
b. Aspectos que inciden en la salud del intérprete
• La ventilación en la cabina
• La iluminación
• La calidad del sonido
• El uso de monitores en las cabinas
• Las jornadas largas
• El estrés añadido de los viajes frecuentes
c. Jornadas de trabajo
Conferencia: servicio de un máximo de hora y media (más media hora de cortesía): un intérprete.
Media jornada de interpretación: jornada laboral de un máximo de cuatro horas, bien en horario de mañana o bien de tarde y descontado el tiempo de las pausas. Trabajan dos intérpretes.
Jornada completa de interpretación: jornada laboral de un máximo de siete horas, repartidas entre mañana y tarde y descontado el tiempo de la comida y de las pausas. Trabajan dos intérpretes.
Mini-conferencia: hasta media hora de trabajo. Se suele aplicar a eventos públicos/institucionales, como actos de clausura/inauguración, presentaciones cortas. Trabaja un solo intérprete.
Horas extras: se negocian con el cliente. Serían a partir de 7 horas de trabajo en jornada completa y a partir de 4 horas de trabajo en media jornada.